Thursday, August 31, 2006

Con los Ojos de Nosferatu

..."Tibi, Magnum Innominandum, signa stellarum nigrarum et bufaniformis Sadoquae sigillum"...

..."El ritual siguió adelante; las palabras se alzaron como aves nocturnas de terror y muerte; temblaron como llamas en el aire tenebroso y contagiaron su fuego letal a mi cerebro. Los acentos atronadores de mi amigo producían un eco infinito, más allá de las estrellas más remotas. Era como si su voz, a través de enormes puertas primordiales, alcanzara regiones exteriores a toda dimensión en busca de su oyente, y lo llamara a la tierra..."

"...Y aquella llamada, proferida de manera casual, obtuvo respuesta..." "...El cuarto se tornó frío. Desde la nada que se abría más allá de la ventana, llegó un súbito estallido de lúbrica brisa, unas carcajadas histéricas, que parecían producto de la más completa locura. Aquellas carcajadas que no profería boca alguna alcanzaron la última quintaescencia del horror..."

"...Mi amigo se lanzó hacia la ventana y comenzó a gritar, manoteando como si quisiera zafarse del vacío. A la luz de la lámpara vi sus rasgos contraídos en una mueca de loca agonía. Un momento después, su cuerpo se levantó del suelo y comenzó a doblarse hacia atrás, en el aire, hasta un grado imposible. Inmediatamente, sus huesos se rompieron con un chasquido horrible y su figura quedó colgando en el vacío. Tenía los ojos vidriosos, y sus manos se crispaban compulsivamente como si quisiera agarrar algo que yo no veía. Una vez más, se oyó aquella risa vesánica..."

"...Mi amigo empezó a gritar. Sus alaridos se mezclaban con aquella risa perversa que surgía del aire. Su cuerpo combado, suspendido en el espacio, se dobló nuevamente hacia atrás, mientras la sangre brotaba de su cuello desgarrado como agua roja de un surtidor..."

"...Aquella sangre no llegó a tocar el suelo. Se detuvo en el aire, y cesó la risa, que se convirtió en un gorgoteo nauseabundo..." "...¿Qué era aquél monstruoso vampiro que yo no podía ver?..."

“…Junto a la ventana, en el rincón, se hizo visible un resplandor rojizo.... sangriento. Muy despacio, pero en forma contínua, la silueta de la Presencia fue perfilándose cada vez más, a medida que la sangre iba llenando la trama de la invisible entidad…”

“…Era una cosa hinchada y obscena, un bulto sin cabeza, sin rostro, sin ojos, una especie de buche ávido, dotado de garras, que había brotado del cielo estelar. La sangre humana con la que se había nutrido revelaba ahora los contornos del comensal. No era espectáculo para presenciarlo un humano..."

Robert Bloch, Extractos de “El Vampiro Estelar”

Los vampiros han estado y seguirán de moda, son parte de ese selecto grupo de seres imaginarios que mas nos fascinan. Quien no ha oído, leido o visto aunque sea alguna vez en su vida una historia interesante de vampiros?.

Los hay de todo tipo: Desde el vampiro rabioso de los años 20´s (Los que vieron al interesante conde Orlock del Nosferatu Original me comprenderán), siguiendo con el vampiro Draculiano de los años 50´s (con todo y smoking y pelo engominado) o los vampiros Punks de los 80´s (The Lost Boys) hasta los vampiros de ánime japonés muy sui géneris (El Todo Poderoso Alucard).

Pocos mitos han logrado trascender y adaptarse a lo largo del correr de los años como el vampiro, mito tan reverenciado que inevitablemente ah caído en la caricaturización: Recordemos la clásica serie “los Monster” o “Mona la Vampira”, mejor aún “Ernesto el Vampiro” simpático elefante vampirizado con extrañas aventuras oníricas y el vampiro favorito del autor: “El Conde Contar”.

Pero vayamos por partes, a quién le debemos la creación del mito del vampiro?. Es muy difícil y casi imposible adjudicárselo a algún campeón en especial, pues muchas y muy diferentes culturas tienen su modelo de vampiro; para muestra solo diremos que toda europa, asia meridional, Arabia y hasta china (con todo y Vietnam, Laos, Tailandia, etc..).

Ciertamente si el autor agradece en concreto a alguien el que haya subsistido semejante tesoro hasta nuestros dias, tal vez se dirigiría a la “Santa” “Madre” Iglesia (nótense las comillas), pues según los cristianos primitivos, el poder de Dios era tan grande que ninguna criatura de los abismos era capaz de siquiera tocar al hombre. Hasta este punto no hubiera sucedió absolutamente nada de no ser porque a los grandes jerarcas de la iglesia, como buenos políticos se les ocurrió darle permiso a las oscuras y temibles bestias de los abismos para poblar la tierra de los hombres y así estos recordarían, al verse rodeados de nefastas criaturas demoníacas cuanto necesitaban a la iglesia para que interviniera por ellos ante Dios. Entre estas criaturas por supuesto se encontraba el vampiro.

Básicamente podemos dividir la historia del vampiro en dos partes: la Pre-Romántica y la Romántica.

En la Pre-Romántica el vampiro es simplemente una bestia satánica, que busca destruir a los hombres y perder sus almas. Y en la edad antigua tenían buenas razones para creer esto. En un mundo oscuro de completa ignorancia, fenómenos como la muerte eran (e irónicamente siguen siendo) fuente de gran asombro, reverencia y por lo tanto, temor.

Imaginemos un cadáver en el mundo antiguo pre cristiano. No todos acostumbraban enterrar a sus muertos, muchos de ellos simplemente quedaban tirados al paso de caminos. Con que terror vería un espectador de la antigüedad la impresionante (pero después de todo, natural) transformación de un cadáver:

Enfriándose a las pocas horas, tornándose rígido, de una palidéz espectral, muchas veces con la última expresión de horror de su último gesto, una hinchazón obscena del vientre, un hedor inmundo, posteriormente un estallido visceral y finalmente se convertía en el sitio de las alimañas mas “inmundas”, todo tipo de larvas viscosas.

Hace eones, debió causar un terror espantoso y sobrenatural (de hecho las sustancias que proliferan en los cadáveres, como la Cadaverina o Putrescina tienen esa función, causar aversión a los mamíferos pues de ingerirlo podrían intoxicarse, a la vez que de este modo permiten la multiplicación de ciertos insectos y bacterias para preservar el equilibrio natural).

De ahí que a los vampiros primitivos se les describa como seres de una palidez sobre natural. Sin embargo el retrato completo del vampiro pre romántico lo tenemos con la aparición del virus de la Rabia sobre la faz de la tierra. Pues bien este agente diezmó por siglos a la población de Europa y Asia menor durante el medioevo.

En la Grecia medieval eran conocidos como Vrikolakas y se les enterraba de cara a la tierra pues se creía que cada persona invariablemente al morir su alma dejaba el cuerpo y este era ocupado a su vez por un espíritu errante maligno que lo convertía en un vampiro. Así el vampiro escarbaba en las noches y salía para aullar en la oscuridad y morder a las personas, convirtiéndolas a su vez en vampiros. Se decía que era completamente calvo, parecido a una rata, con colmillos afilados y era capaz de diezmar un pueblo en muy poco tiempo.

La defensa contra ellos, naturalmente consistía en colgar ajos en las puertas, además de propinarle chapuzones de agua fría.

Realmente estas leyendas no tienen mucho de descabellado si se las saben apreciar. El virus de la rabia es capaz de destruir las fibras nerviosas y la corteza cerebral de su víctima, pues es en las bandas de mielina de los axones neuronales donde se reproduce. Que ocasiona esto:



- Fotofobia (miedo a la luz): El nervio óptico también se ve afectado por la proliferación del virus, lo que empieza irritándolo en un principio y destruyéndolo al final. Recordemos que los vampiros no pueden ver la luz del sol, una víctima de rabia simplemente se cubría por (símbolo del bien en nuesra cultura dicotónica occidental).

- Hiperirritabilidad Nerviosa: (se manifiesta como ligeros tremores y movimientos torpes) Los vampiros llamaban la atención por sus movimientos “no humanos” como si estuvieran “poseidos” por algún espíritu de los abismos, pues no era un alma ya lo que animaba el cuerpo. De ahí el nombre de “No Vivos”.

- Hidrofobia: Se sospecha que el conocido rechazo de las víctimas de rabia al agua se debe a una inflamación de las glándulas salivales que actúan como reservorio del mismo, lo que también explica la famosa espuma (que otorga al virus que está inmerso en esta, mayor probabilidad de alcanzar otro huésped con éxito). De ahí que los vampiros tengan como característica principal el morder con grandes colmillos (igual que las ratas, perros y mucriélagos, quienes también transmiten la rabia, también de ahí el aspecto de “roedor”), pues de este modo prolifera tanto el virus, como el vampiro, al mezclar su impíos fluidos con la sangre “sagrada” de los hijos de Dios.

- Demencia: Recordemos que la corteza cerebral también es tejido nervioso, una vez que el virus la alcanza y empieza a reproducirse en ella, la empieza a destruir paulatinamente, por lo que aparece una demencia progresiva. Esta es tal vez la prueba mas fuerte de la iglesia para alegar que el vampiro era un demonio parasitando un cadáver. La víctima de rabia, igual que el vampiro, simplemente responderá en etapas terminales a impulsos básicos, tornándose irritable y agresivo. Soltando gruñidos y atacando a quien lo perturbe. Pues esa es la misión de los vástagos de lucifer, acabar con los hijos de Dios.

Así pues varios siglos antes de Pasteur, tenemos una descripción precisa de la rabia (o mejor dicho vampirismo) en “Malleus Maleficarum”. El sagrado libro de la Santa Inquisición, usado para juzgar a aquellos de quienes se sospechaba perpetradores de los designios de Dios.

Sumemos una palidez anormal, el huir de los rayos del sol, volverse insociable y terminar mordiendo y agrediendo a cuanto sacristán y cristiano se acerque, evitar tomar El Agua (símbolo de purificación baustismal) y arrojar espuma por la boca igual que los demonios. Un boleto directo a la gran fogata.

Vampiros en la antigüedad sobraban, pues recordemos las grandes epidemias de Europa debido a su falta de higiene. Si hubiera que mencionar un cazador de vampiros famoso y mortífero (después del gran Van Hellsing) tal vez habría que nombrar a Robespiere, junto con Descartes, Locke y los demás de su banda. Pues la toma de la Bastilla no solo les pegó a los burgueses, el siglo de las luces diezmó la popularidad de los vampiros.

Fue hasta el contraataque de la iglesia, con el barroco y la era victoriana que resurgieron, malignos y temidos, junto con el demás bestiario popular. Tanto así que hoy por hoy Londres es la capital de los “Espectros” y que mejor lugar que Inglaterra para una buena historia de vampiros.

Populares, pero al fin y al cabo bestias diabólicas sedientas de sangre, ciegas ante toda súplica. Al menos hasta la llegada del vampiro #1 por excelencia: Vlad The Impaler, mejor conocido como El Conde Drácula…

2 comments:

Godhand said...

Excelente!
Pienso que su comentario tiene las suficientes bases cientificas para afirmar esto, y me gusto mucho como hizo la adecuada interpretación a las creencias de los "Hommo Sapiens", y sobre todo su descripción de la rabia, que ya no se le toma mucha importancia, pero de las enfermedades bienen todos los monstros perversos y malignos rovenientes del abismo y quiensabe cual infierno como describe Dante en su "Divina Comedia", muy buen ensayo

Mar de Sombras said...

Solo un comentario: según yo, el Vrikolakas no es exclusivo de Grecia, el nombre se repite en todo el antiguo imperio bizantino y eventualmente se vuelve popular en toda Europa Oriental (como Vukodlak entre varios nombres similares). Además, esta versión está emparentada con los hombres lobo, al igual que muchos de los vampiros de la era pre-romántica, como tu la nombras, provenientes de las religiones orientales. Y por último una queja nada mas por que soy un traumado: y Erzsebeth Bathory? jajaja. Por lo demás está de huevos todo lo que escribiste.