Friday, June 20, 2014

Pequeña Cosmópolis

Hoy es mi último día en 222 y no pude rendirle tributo saliendo a dar mi último paseo porque está lloviendo. Solamente bajé a comer con algunos nostálgicos y ahora he subido para ver llover sobre la ciudad.

Voy a extrañar las vistas, mi lugar de trabajo privilegiado, la comida, los Hare Krishnas (o como se escriba), las embajadas, la comida japonesa, los edificios funcionalistas, los religiosos-vende biblias, caminar bajo los árboles de reforma, la zona gay, el metro Insurgentes, los oficinistas de todo el mundo, los vagos de los camellones, las sex-shop, comer con los de limpieza en alguna banquita de piedra, mi bistro favorito del africano amante del jazz, la Roma-wannabe, el café colombiano, caminar por caminar para despejarme por las mañanas, el Fonart, el Museo del Chocolate, mi lavacoches personal, la Feria de las Culturas y por supuesto, las miles de fotos con que alimenté mi blog durante este tiempo.

Hoy se cierran muy buenos años de estar aquí junto con los malos años que hicieron que pusiera atención y me facinara este lugar. Lo bueno fué que pude apreciarlo y disfrutarlo un largo rato.

No se que vaya a pasar, lo cierto es que ya no quiero seguir en esta cosa que se ha convertido mi trabajo. Pero entre tanto y tanto hay que empezar un ciclo en otra parte.

Adiós 222, gracias por todo.

Friday, June 13, 2014

Yo contra el mundo

Cada 4 años hago corajes por el mundial, pero este año mejor lo tomaré con humor.

Mando a la chingada a todos con su maldita quiniela: Los del piso 18 me dan una para participar gratis.
 
Me desconecto de toda red social: Ponen el audio del partido en el radio ambiental de este piso.

Me pongo los audífonos para seguir trabajando: Me empieza a escribir correos mi gerente argentina para festejar el gol de México.

La corto educadamente: Insiste en hablar de fútbol.

...ríanse conmigo.


Tuesday, June 03, 2014

Jarocho por Cubano

El fin de semana se me hizo por primera vez ir al Café Habana en Bucareli. Un lugar que por muchos años ví feo y decadente muy al estilo del Café Parroquia en Veracruz, sucio y descuidado. Pero todo cambió hasta que me enteré de toda la historia que tiene arrastrando.

Es un café mas al que puedo añadir a mi lista de cafés indispensables.

No podía estar mas equivocado, el lugar es una pequeña cápsula de tiempo bastante cuidado y limpio. Lástima que mi obstinado estómago revuelto de la noche anterior no me dejó terminármelo.

Y si, allí está la placa conmemorando la vista del Ché, de Castro y  de Bolaño con sus infrarrealistas.

Lástima que cuando me disponía a comprar café de la isla, aquellas bolsitas resultaron ser de Veracruz...