Monday, August 26, 2013

Just for the records:

Hoy el día está tan gris que creo que se presta mas a estar tirado mirando al techo en una banca perdida en la enorme, oscura y fría catedral de Estrasburgo. Con el oído presto a escuchar resonar en sus altísimas alturas algun concierto de misa de requiem mientras el pueblo se cubre de nieve.


Los Fuegos de San Bartolo

El sábado tenía una de esas crudas tardías, empezó en la madrugada. Me tomó unas horas volver a la normallidad a dormir y cuando estaba a punto de sumergirme en un apacible sueño me despertaron los cuetes de la feria que celebra al santo patrono de la iglesia local.

Independientemente de que les deseara una muerte prematura, no pude evitar acordarme que justamente hace un año pasó lo mismo, me robaron el sueño justo antes de empezar a dormir después de una noche con alcohol.

Funesto flashback.

Thursday, August 22, 2013

A Little Piece of Shelter Along the Road (o que esperar cuando pisas un hostal)

Viajar muchas horas o vagar muchas horas por ciudades de fuera al final del día agota. Eventualmente lo único que quieres es llegar y descansar en un lugar tranquilo y cómodo.

Por supuesto apostarle por un hostal (incluso un B&B) siempre es una ruleta rusa donde tienes al menos una probabilidad de que las cosas salgan mal o inesperadamente bien. Independientemente de los comentarios, que a veces parecen profecías y otras veces simples chismes mal intencionados.

Así que en lo que a mí corresponde dejo las 5 peores y mejores cosas que me han tocado en los hostales o B&B's:

Lo Repugnante:

5-. Discriminado por ser hombre en Panamá:
Así fué, un par de chicas de 15 años hicieron un escándalo cuando se dieron cuenta que me bañaba en las regaderas compartidas y mixtas del hostal.

4-. Recepcionistas "Tranzas" en Lima:
No respetaron mi reservación y encima querían sacar ventaja del suceso. No contentos me "etiquetaron" como el conflictivo.

3-. Un cuarto con olor a orines en San Francisco:
Al principio no lo creía pero si, creo que olía a orines. Por no mencionar el agua que salía o hirviendo o helada.

2-. Coágulos de sangre en el retrete en Lima:
Creo que la alemana que dormía al lado tuvo algo cercano a un aborto espontáneo, dejó el baño con sangre coágulos. Por no mencionar el cesto de basura.

1-. Bichos:
Entre los que puedo contar
- Un cuarto infestado de chinches en Praga.
- Docenas de ellos en un hostal de la selva de Panamá.
- Creer que tenía piojos gracias al olor del petróleo en Santiago (y estar toda la noche rascándome).

La desventaja de llegar cansado y no revisar.




Lo Mejor:

5-. Desayuno y cena de campeones: 
En Copenhague y Praga un buen (aunque sencillo) buffete se agradece para desayunar y una de las mejores cenas de mi vida ha sido en un ryokan en Takayama Japón con todo el repertorio de la comida local.

4-. Calefacción, regadera con toallas calientitas y camas cómodas:
Después de un día de perros cuando llegas asqueroso, al encontrar esto se aprende a apreciar los placeres básicos de la vida: En Svalbard y el Nevsky.

3-. Alojamientos de diseño y ultramodernos:
Cómodos y agradables a la vista por (relativamente) poco dinero en Barcelona y Kyoto con su hotel cápsula.

2-. Diversión con la miseria ajena:
Nada como una buena pelea de negros a media noche por Morning Side NYC, un par de regiomontanos idiotas en Paris o coreanos ebrios en un lugar que ya olvidé.

1-. La gente que conoces:
Aunque no son tantos como debiera ni tan pocos como parece podría dejar a los que he conocido en Paris, Oslo, Egipto y Panamá.

P.S.1. Lo Fastidioso:

2-. Los cuartos atestados de gente que no quiere que hagas ruido.

1-. Tener que quitarse siempre los zapatos en Japón y Svalbard.

P.S.2. Lo Diferente:

1-. Acampar en el Desierto Blanco en Egipto entre rocas blancas bajo la luna.

2-. Tomarse una cerveza en el bar bajo el sol de media noche en Longyearbyen.


Monday, August 19, 2013

La Gran Carrera Criminal en D Menor II

Aunque la calle era estrecha pasábamos raudos haciendo volar a diestra y siniestra a cuanto auto y peatón se cruzaba en nuestro camino.

El vehículo blindado llevaba los vidrios abajo y la corriente de aire frío casi nos ahogaba. 

- Hay que negociar con ellos, diles que le das tus Bagels si le suben a la temperatura-.

- No me van a hacer caso-.

- Si eres la embajadora de Jamaica, claro que te van a hacer caso. Saca tú credencial-.

Así que la embajadora sacó su credencial y por la ventana del vehículo y la mostró a nuestros perseguidores. Aquello no fue una buena estrategia porque provocó una tormenta de balas que revotaban ruidosamente sobre el blindaje del camión provocando un mar de chispas.

- Se comieron mi credencial y ahora nos disparan-.

- Maldita sea, ahora tendremos que pagar casetas. Esto merece acciones drásticas: Diles que no disparen que traemos un gato dormido-.

- Pero no está dormido-.

- ¡¿No se ha dormido?!. Maldita sea!. Es hora de tomar la autopista. ¿Traes Google Maps?-.

- No!. Solo el de Apple!-.

- Estamos perdidos!. Seguiré mi instinto!-.

Así que di un volantazo y el camión giró bruscamente a la derecha a un pelo de voltearse.

- Eso fue estúpidamente innecesario!-.

- No me cuestiones!. Estudié xilofonía con tarjetas del Seven Eleven-.

- Sabes que eso no sirve si es remoto-.

- Pues ya no salvó de que nos atraparan-.

- Giraaá!!!-.

Y una sucesión de vueltas de vértigo comenzó, giraba al azar para perder a nuestros perseguidores que no sabían xilofonía para perderlos en un laberinto de calles.

Pero aunque muchas patrullas de torretas chillonas se perdían o bien se estrellaban a lo largo del camino, siempre salían más de todos lados.


Hasta que por fortuna encontramos la autopista donde comenzó una interminable sucesión de puentes y desniveles.

- Tengo una idea!. Pon en tu Twitter que vamos al norte y en realidad nos vamos por el oriente-.

- Eso solo va a funcionar si tengo suficientes likes y ya nadie me sigue. Escribe tú y tendremos más chance si lo pone la embajadora de Jamaica-.

- Me lo tiene que aprobar junta directiva-.

- Hazlo sin su consentimiento-.

- Pero ya no tengo batería-.

- Usa el Blackberry del gato, todavía sirve-.

- Tiene contraseña y ya lo vendaste!-.

- Prueba con 0-0-0-0-.

- Sirvió-.

-Twittea maldita sea!-.

- Se desvían!-.

- Si pero solo un momento, eso nos da una ventaja-.

- ¿Que haremos con los helicópteros?-.

- Es que ellos usan MySpace-.

- Abriré una cuenta-.

- No hay tiempo!. Entraremos al túnel, nos pegamos a ese camión revolvedora y le avientas al gato. Esos tipos son alérgicos a los gatos-.

Por fortuna el túnel parecía ser interminable y la embajadora de Jamaica acertó el único chance que tenía para hacer entrar al gato momificado por el camión revolvedora, el cuál aprisioné contra la pared con nuestro vehículo hasta que terminó por frenar.

Bajamos rápido a descargar nuestro botín cuando de pronto escuchamos:

- Esperen! esperen!-.

Era el veterinario que manejaba un Cavalier blanco. Se paró en seco al lado nuestro y se bajó con su uniforme blanco, sus lentes de pasta y una especie de platito de metal pegado con una cinta a su cabeza.

- No me habían traído al gato y supuse que se complicó su atraco así que vine a ayudar. Vámonos en mi auto, carguen todo-.

-No!, tengo un mejor plan-. Dije.

Subí al camión, bajé un megáfono rosa y se lo di a la embajadora de Jamaica.

- Es un modelo Barbie 2000, yo tenía uno de estos cuando era niña. Mira, tiene la B de Barbie!-. 

Entonces comencé a pensar que ese era el escape más patético de la historia.

- Si, pero no lo digas en voz alta que nos pones a todos en vergüenza!-.

Y continué:

- Rápido, conéctalo al auto y pon el tercer movimiento de la sinfonía Pérez!. Asegúrate de que sea en D menor!-.

- ¿Eso para qué?-.

- Tiene poderes hipnóticos!. Es lo que usan los soviéticos!. Solo hay que ponerla y dirigirla al conductor del camión revolvedora. Irá a donde vaya la música. Si lleva el Blackberry del gato creerán que el somos nosotros-.

- ¿Estas consciente que el gato no va a poder Twitear por mucho tiempo si haces eso?-.

- Riesgos son riesgos doc. Usted maneja, la embajadora dirige y yo disparo. Vámonos!-.

- ¿A donde manejo?-.

- Al aeropuerto!-.

Así que arrancamos, aceleramos a toda velocidad. La embajadora iba dirigiendo al camionero que nos seguía dócilmente. 

Justamente antes de salir del túnel tomamos una desviación en el último segundo, lo que obligó al camionero a continuar su camino por la otra ruta.

Cuando volvimos a ver la luz del día el sol brillaba y se veían a lo lejos los helicópteros desviarse para perseguir al cebo que habíamos dejado, mismo que ahora circulaba por otra ruta.

 Unos kilómetros más adelante, justo delante de la pequeña veterinaria nos detuvimos. Estábamos felices y llenos de sudor por la adrenalina.

Lo habíamos logrado.


N del E:
Así que esto es lo que resulta cuando al fin se duerme bien después de una semana de no más 3 horas de sueño cada día.

La Gran Carrera Criminal en D Menor I

El encargo en sí era llevar a al gato al veterinario, uno de esos animales comunes con antifaz blanco y guantes blancos.

El problema era que carecía de una jaula transportadora adecuada y tuve envolverlo (no sin ayuda) con una venda bien apretada hasta dejarlo en posición sentada tan inmóvil y derechito como un bastet egipcio. 

Una vez hecho esto lo metí dentro de la bolsa que traen por estuche mis audífonos y esta a su vez dentro de una bolsa de supermercado. La cuál a su vez rompí porque creí que el animal podría ahogarse.

De algún lado de la calle salió mi "socia" quién me dijo que era hora de ir a asaltar el banco. Aunque no recordaba haberla visto antes en mi vida, si recordaba que había acordado con ella ir a asaltar un banco.

Me dije que tenía que revisar más a detalle mi agenda antes de hacer compromisos.

- Bueno, pero rápido porque tengo que llevar al gato a la veterinaria-. Le dije. 

- Es cosa de unos rápidos disparos y de acordarte de tu NIP personal. Además lo podemos pasar mientras nos damos a la fuga-. Y me dio una especie de Kalashnikov aunque sabía que no era una Kalashnikov porque no tenía el cartucho curvo.

-Son las que usan los del escuadrón antirrábico. No fallan-. Me dijo.

Así que subimos las escalinatas de granito, traspasamos las enormes y pesadas puertas de cristal y ella gritó: "Yadi-Hooo!". 

Y esa era la señal para disparar las armas por todo el enorme lugar de mármol y bronce.

Los enormes ventanales, las ventanillas, las estatuas renacentistas (de osos, pavorreales, pulpos, sátiros, faunos, hombres musculosos en posiciones bucólicas, los astrolabios de latón (había cientos de ellos en cientos de escritorios), almanaques, pilas de papel... todo. Todo salía volando por los aires convertido en astillas.


- Te emocionaste disparando y tuve que sacar los billetes yo sola-. Ups!. Cinco o seis costales como de boxeo pero rellenos de billetes estaban en la entrada del lugar. Los acarreamos a un camión blindado de esos que reparten y recolectan dinero que casualmente estaba estacionado enfrente del banco y casualmente tenía las puertas traseras abiertas.

- Estamos de suerte! Tiene pintada la bandera de Jamaica!-.

Su conductor estaba comprando un hotdog en un carrito de hotdogs como los de Nueva York. Así que agarré una escopeta y volé en pedazos el carrito (y en cámara lenta). El tipo de había arrojado al piso  aproveché para quitarle las llaves.

- Corre!! Corre!! Que vienen los húsares!-. 

- Esos no son húsares, son policías del EDAF-.

- ¿Que demonios son los policías del EDAF?-.

- Pues la editorial española mujer!-.

- Claro que no, esos ya los descontinuaron-.

- No! y no nos vamos de aquí hasta saber si son los policías o los húsares. Además los húsares pasaron de moda en el siglo XIX-.

- Ya vámonos! ¿Que más da?-.

- Que si son los húsares nos van a cobrar una multa y no nos van a hacer válido el cupón y son los policías van a querer que les compremos un boleto para la rifa del toro azul y ni posibilidad va a haber de que nos de una medalla el gobierno de Jamaica!-.

- Pues yo soy embajadora de Jamaica y reconozco un húsar cuando lo veo-.

- Que no existen!-. 

- No, espera. Son de la legión de Camaleones! eso son los peores-.

Fueran camaleones, húsares o la policía del EDAF, una fila interminable de patrullas venía circulando a toda velocidad por la estrecha calle con las sirenas ululando a todo pulmón y arriba de ellos una docena de helicópteros.

Los dos motores del camión blindado rugieron al pisar el acelerador a fondo y a diferencia de la mayoría de los sueños donde los escapes son lentos y angustiosos; aquí de un potente salto arrancó a correr a una velocidad de vértigo.

Friday, August 09, 2013

Mi Amiga la Vincristina

Que me recuerda a cristina.

Aunque no conozco ni he conocido ninguna cristina digna de recordar.

La Vincristina me cae bien porque la conocí en aquellos días en que mi perro estaba lleno de cáncer en el pene por andar de caliente.

Solía llevarlo con mi hermano a C.U. para que le aplicaran sus inyecciones de Vincristina. Eran buenos días porque no tenía que aparecerme por la escuela y perdía la mañana en aquellos lugares. 

En algún punto las visitas se hicieron frecuentes y frecuentemente no aparecía por la escuela y si a eso le sumamos que la Vincristina acabó curando al perro, no tengo nada mas que agradecerle.

También y sin entrar en detalles he tenido a la Vincristinaen los lugares que mas me ha gustado visitar (por trabajo) como Monterrey.

Ahora la tengo delante mío por estos lugares, no sé si duraré mucho trabajando con ella pero por lo pronto aquí está.

Y aceptémoslo, es ya algo obsoleta para estos tiempos de quimeras moleculares pero aún sigue dando batalla alegremente.

Algún día que tenga una Coca-Cola a la mano y me acuerde, brindaré por ti Vincristina.