"333,333 kilómetros por segundo es el valor mas alejado de la velocidad de la luz". Fué lo que me contestó mi profesora de español cuando me preguntó el valor y le hube respondido en aquel año de 1994 o 1995.
Eramos cuatro o cinco los que se suponía nos habíamos tomado el tiempo de buscar en el valor de la velocidad de la luz en algún lugar antes del advenimiento del internet. Salvo por una cosa, no me tomé el tiempo de buscar el valor de la velocidad de la luz en ningún lugar, solo lo sabía. Sabía que en algún lado lo había leído, pero no recuerdo donde.
Y cuando me preguntó de donde lo había sacado, solo pude improvisar por respuesta: "De un cuaderno de mis tíos". No quería molestarme en dar explicaciones que no llevan a ningún lado. En cualquier caso ganó la cifra de 300,000 km/s, las otras eran iguales o variaciones menores al dato anterior.
Con lo anterior nos dió un dato "reelevante" para el estudio de la lengua española: "Nosotros seleccionamos las palabras que vamos a utilizar a la velocidad de la luz". Aquel dato se me quedó grabado en la cabeza hasta el día de hoy, pero salvo por el pequeño hecho de que es completamente absurdo (Por física relativista: Nada con un mínimo de materia puede viajar a la velocidad de la luz, pues para ello necesitaría una energía infinita) e ilógico (tan solo por pensar en las repercusiones que tendría en la vida diaria de ser cierto) es un hecho interesante.
No pretendo hablar de la relatividad del tiempo porque eso es algo sobre lo que se ha hablado hasta el cansancio; me permito invertir para mis propósitos el orden pro-natura de las cosas en un mundo al revés (tan fácil de lograr para los humanistas pero tan obsceno nos parece a los que tenemos otro tipo de ratones en la cabeza):
Digamos que el tiempo es fijo, como una larga pista de hielo cósmico. Y que la velocidad de la luz que tiene que recorrerlo de principio a fin es relativa, que puede danzar a capricho: unas veces como un bólido y otras como un caracol dependiendo de como la hagamos avanzar.
Sabemos que para apreciar las cosas que suceden a nuestro alrededor necesitamos la luz, si la luz fluye "lento" como cuando un lugar es iluminado por los detellos intermitentes de una luz estroboscópica, veremos las cosas en "cámara lenta". Por el contrario, muchas veces la luz fluye demasiado rápido como para ver bien que sucedió, como cuando una serpiente marina se lanza fuera de su escondite para atrapar un pequeño pez.
