Mil monos con mil máquinas de escribir

Para completar la obra de Shakespeare.

A Few Million Monkeys

Y 105 millones de Mexicanos leen medio libro al año...

Solo los muertos han presenciado el final de la guerra

Decía Platón y tenía razón, a diario se acaban tantos ciclos.

Me han mandado al demonio desde que regresé, me voy a cargar una giargia, se murió una chica de Santa Fé, mi co-monitora (la de la música horrenda) en medio de llantos y un colapso nervioso renunció estrepitosamente (me alegra que se vaya pero no que me deje un proyecto en medio de una prueba de fuego), mis probables competidoras se irán, están por acabar mis dias en Santa Fé.

Ah! y botaré a la loca bitch del otro viernes.

Y yo sigo aquí, sin la vida comprada y sin el trabajo asegurado. Pero respirando un día a día.

Y mientras respire día a día las cosas van ser mejores.

Como la cabeza de un conejo blanco en un día de nieve

Así tengo la cabeza: en blanco, salvo por un pequeño y constante dolor de cabeza desde hace tres días. No quisiera pensar mas en como los parásitos venidos del espacio exterior van a afectar a su huesped; solo espero que no le vaya tan mal.

Arrrgghhh

Podré haber escapado a la horrible junta de los lunes en Santa Fe, pero estar una hora oyendo las confesiones sexuales de una monitora que brilla por su fealdad y poca calidad de ser humano casi me hace devolver el desayuno.

Hay cosas que deberían permanecer bien escondidas en la nuez que tienen por cerebro algunas personas.

Chiaroscuro

Suena impecablemente el Opus 81 del álbum de Música Rusa para Cello y Piano por los audífonos de Noise Cancelling. Un pequeño mundo de armonía acompasada.

Pero enfrente de mi, en el mundo insonorizado, la pantalla muestra una animada pelea de box.

Odio uno de mis estudios y nada me haría mas feliz que se terminara pero ahora que por fin lo quieren cerrar para recortar gastos me encuentro defendiendo los derechos de la única paciente que queda porque si le quitan su medicamento se muere de cáncer y si se lo dejan yo me muero por la ineptitud de ese lugar.

Pero todo eso se queda pequeño porque anoche no hice caso de nada, después no pegué ni un ojo por la ansiedad; pero eventualmente la mañana me trajo noticias mejores. Hoy en la noche hasta me atrevo a confiar en el futuro.

Sweet Home Chicago

Bueno, que decir? salvo que aquí si les gusta el blues y hasta altas horas de la madrugada.
Ya habrá tiempo de regresar.
Blues is all right...