Pata de Perro 11: Paolista

Me siento borracho pero no tanto como para no poder escribir, mas lo que hay que decir es urgente porque si lo dejo para después tal vez no exista en mi memoria nunca mas.

Sao Paolo es una ciudad de muchas caras, tal vez incluso mas que Buenos Aires o el DF o tal vez mas que las dos juntas.

El plan para hoy era salir al centro a la Plaza da Sé. Mas el destino, siempre caprichoso y enigmático se atravesó en mi camino, pués convencido de que la Spice bonita se quedaría a domitar durante el día en su habitación me dí a la tarea de caminar y caminar al centro de la gran ciudad.

No obstante sus mensajes eran para comer algo muy rico sobre Faria Lima que está muy cerca del hotel (hagan de cuenta que es Reforma), pero no contaba con que la mandaría muy lejos porque del centro no pensaba regresar hasta la noche.

Amableme aceptó en alcanzarme donde estuviera para ir a comer, pues debe decirse que su idea original era que estuvieramos listos para desayunar a las 9:30 AM. No hubo mayor fiasco en la historia de la humanidad porque no solo no me levanté si no que habló para cancelar porque seguía cansada.

Aunque sé que mi obsesión por recorrer grandes distancias a pié me ha llevado muy lejos (literalmente), el día de hoy el cansancio superaba mis ganas de seguir adelante y la esperé lejos del hotel, sobre la avenida Paolista (que dicho sea de paso es una 5ta Avenida estilo New York pero a la brasileña, me intrigan los asombrosos paralelismos de este lugar con NYC).

Finalmente apareció, bonita y radiante como siempre, haciendo señas de heroína al estilo película de Boggart. Me quité de la cabeza con quién estaba tratando y acordamos que antes de cualquier cosa iríamos a comer, pues ambos habíamos perdido el desayuno por no levantarnos temprano.

La propuesta fué bien recibida porque los dos nos moríamos de hambre (ambos por el cansancio del vuelo y yo por caminar kilómetros sin comida bajo el sol). Ibamos a una churrasquería recomendada pero el hambre nos hizo detenernos en XXXXXXXXXXXXXXXXXXX. Lugar al estilo de los Pubs irlandeses donde reina la carne, la Feijoada y tantas otras cosas ricas.

Atascarse fué un placer, pero lo verdaderamente bueno del día vino con las Brahma de barril, las caipirinhas de vodka y extrañamente un partido de football que puso el ambiente en todo el lugar. Aunque tanto su realeza como yo detestamos el juego, hubo que reconocer que puso el ambiente varias horas, en las que entre "Alcool" y "Alcool" fluyó la maratónica e inspiradora conversación de los lejanos lugares de la tierra, de la diferencia cultural con los europeos y sobre todo que me hizo saber que hay en el mundo mas personas cuyas vidas giran en relaciones vacías y engañadas, en la rutina, en el miedo, en idealizar a quién no se debe.

También sobre los corazones rotos, sobre lo difícil que es olvidar a quién ya no está o por quién valdría la pena morir, esperar o apostar. Sobre como se puede estar solo (a) aunque vivas en un mar de gente.

Sobre sus perros y mis perros, sobre su hermana que la supera, sobre mi hermano y sus amantes y las mías. Sobre sus pastillas y las mías, sobre la rutina y lo que cuesta romperla, sobre el miedo a lo que vendrá, sobre los exes y las exas, sobre quién está por delante y lo que cuesta estar ahí, sobre psicoanálisis y conductivismo.

Hasta que el juego llegó a su fin y los aficionados se retiraron conformes con un empate de su equipo Paolitano y el lugar se vació. Entonces, gracias a mutuo acuerdo fué donde segurla?. Claro, pues en el lugar mas nice de Sao Paolo porqué no?; directitos a Faria Lima.

En el taxi exigiendo la suchodicha música en inglés y luego?, mas caipirinhas con "cachasa" mas cerveza, mas filosofía, mas carcajadas y mas, mas de todo. La cabeza me da vueltas mil veces por hora y creo que solo se puede ver un atizbe de la persona, solo un flashazo de lo que realmente piensa, hasta que se sincera y se relaja. Sus miedos, sus esperanzas, sus logros y francasos.

Nos sacaron del lugar, pero que mas da?, no conocí mas de Sao Paolo pero que mas da?, Varias veces se tropezó con la nada a mitad de las avenidas y otras tantas lo hice yo y que mas da?, no caminó por si sola las últimas cuadras y que?, creo que me llegó a lastimar los brazos, y?. Hoy tuve la suerte de conocer una millonésima parte de una persona.

Bien valió la pena.