Pata de Perro III El Imperio del Café

Finalmente la noche me agarró en la ciudad chale pues solo quedaba busar la Zona Rosa, rezando porque no fuera algo como la del DF.

He de reconocer que aquella ciudad tiene muchas equivalencias con el D.F. como ejemplo la avenida Ejército Nacional o Polanco-chapu.

La torre inclinada a la colombiana.

Y por Chilango orgulloso caminé miles y miles de calles y no llegaba, pues ni modo a tomar un Taxi cuya corrida (otra vez sin albur salió harto barata a comparación de como debió costar aqui).

Y entré en un dilema moral, hablarle a mi amiga colombiana (quién horas antes me había confesado su gusto por todo lo mexicano, lo que me condenaba a dos cosas: acabar en un lugar mecsican colombiano, o bien acabar en un lugar de "tradición colombiana") así que finalmente me dije que pues yo solito podía ir a donde se me diera la gana.

Así que la Zona Rosa resultó ser bastante mas fashion de como la había imaginado. Algo así como una mixtura entre la Condesa, Masaryk y coyoacán. El problema fué que entre tanto lugar era poco probable que me dejaran accesar a mí solito y sin la mas mínima posibilidad de enontrar el restuarant gourmet de mis sueños (anunciado en el Travel & Living) pues me dije, chingue a su madre: me clavo al primer lugar de hamburguesa fashion que vea.

Si los colombianos son reconocidos por el café, su cerveza no se queda atrás. Tan espumosa y espesa como las de aqui. Y me he dado cuenta de que o la fama de mi blog ha traspasado fronteras o ambos nos plagiamos tan peculiar imágen:

Al menos por esto no me hubieran cobrado la comida.

Eso si, se pueden recorres estas calles con una seguridad relativamente mayor a las del DF.

Sistemáticamente todo aquél dia estuve evitando el café colombiano para que fuera la joya de la corona de aquel tour. Toda la ciudad inundada del famoso café Juan Valdéz, una serie de cafeterías estilo Starbucks, mas bien idénticas en TODO a los Starbucks, incluyendo los termos y tazas excepto en que como se podrá apreciar, su logotipo es un wey con un asno. De hecho Don Juán Valdéz fué mas allá pues hasta camisetas, paragüas y gorras vende. También nos recuerda el hecho de que sus tiendas son un imperio en Colombia gracias a documentales en elegantes pantallas planas donde se vanagloria a sí mismo (en verdad parece ser al menos un gran cacique ya que no hay un solo Starbucks en toda la ciudad); ya solo le faltaron los condones oficiales J.V. con sabor a café...

Así que ya era hora de probarlo.... Las similitudes con el Starbucks llegan hasta al sabor del café, mediocre y nada que ver con la fama del Café de aquellas latitudes. Que fraude.

No dudo que exista café menos "Fashion" que sea auténticamente delicioso, sin embargo pues no lo encontré.

Finalmente el dependiente de la tienda amablemente se ofreció a ayudarme con la selección del café que ya me había comprometido a traer (Eso si, hay que reconocer que salvo una excepción toda la gente es bien amable por allá). Luego de esojer un café "fuerte" del a Amazonía (que de fuerte tuvo lo que yo de bailarín ruso), uno de sabor medio del Departamento de no se diablos y de que me dijera que la mochila que compré para guardar mis chucherías del camino era una Juán Valdez "Híbrida" (y que a su vez le dijera casi casi "No sea mamón, se dice P-I-R-A-T-A"). Me entero que hay una tienda de ellos en el Duty Free del Aeropuerto, así que gracias por participar, mejor me voy a comprarlo cuando regresé ahí porque ni cargo ni gasto tanto.

Y pues luego de hartarme de rondar por ahí al hotel a dormir o mas bien intentar dormir, ya que mi mala expriencia de que me dejaran sin vuelo en ecuador me tenía inquieto.

Nótese en el reflejo mi mochila "Híbrida"
(que luego hice pasar por legítima para regalarla en México)

Y al otro día pues bien temprano varias horas antes me lancé directito a El Dorado, y bien jefe de "quiero mi asiento". "Usted ya no tiene asiento porque como no tomó el vuelo original de Ecuador - Colombia pues todo se cancela.

No Mamen!!!, finalmente luego de reclamar con los gerentes, jurar y perjurar que por eso nunca volvería ni volvería a usar Avianca pues se conmovieron con mi iracunda elocuencia y me dejaron subir en clase turista. Pero bueno pero hubiera sido quedarse sin vuelo y varado.

Finalemente en el Duty Free mas que café pude comprar las codiciadas Esmeraldas y lo mejor de todo, Libres de Impuestos.

4 resivisiones de militares y policías expertos recibió mi humilde equipaje y las 4 no pudieron detectar mi gel de cabello de 8 USD que compré en ecuador, a pesar de que estaba prohibido (por ser el componente principal de una bomba nuclear) y de que iba hasta arriba de la maleta. Debería ser agente secreto.