Tengo tierra hasta en los oídos, estoy muerto de cansancio, tuve que
esperar media hora para hacer el check in y mañana a trabajar temprano.
Pero valió la pena, haber acampado en la sierra de San Pedro, fue
espectacular. Dos días que estuve bastante a gusto y que no tuve que
pensar en nada más.
Creo q sólo una o dos veces en mi vida he visto tantas estrellas. La
primera fue en Cuatro Cienénegas hace ya unos años y en esa ocasión no
pude detenerme mucho tiempo.
La otra creo que cuando era adolescente en el entonces lado "salvaje" de
Cozumel. Después de aquella vez siempre he estado con paisajes
estrellados.
Al otro día tuve un rato al supervisor de los telescopios de la UNAM para hacer cuantas preguntas se me vinieron a la mente.
Melissa, su hermana y su wey fueron grandes anfitriones y aparte de
enseñarme a asar bombones al fuego, cocinar al carbón o guiarme hasta la
cima de la sierra para ver el Mar de Cortés y el Océano Pacífico, me
ayudaron a pintar con luz en la noche del bosque.
Con ellos y con casi toda la gente de estos lugares me da la misma
sensación que con los japoneses: son tan buenos y prestos a ayudarte
siempre que me hacen sentir un ser perverso.
Monday, May 19, 2014
Por si fuera poco
Posted by Abracadabra at 10:16 PM
Labels: Pata de Perro
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