November Days

En que he ido solo dos veces al cine, una por convicción y la seguda por puro pretexto para pedir una Porter.

La primera fué Blindness, de Meirelles que a pesar de idolatrarlo gracias a Ciudad de Dios y The Constant Gardener, ahora si que metió la pata, con una cinta censurada y mocha.

No dudo que en sí misma la película funcione, pero no refleja ni tristemente lo que el libro de Saramago quiere mostrar: No solo lo peor del ser humano como bien resaltó el señor Ahriman, sino también lo mejor del espíritu humano en situaciones muy graves.

Para quienes quieran leerlo: Ensayo sobre la Ceguera.

Por otro lado al Señor Ahriman se le ocurrió la morbosa idea de ir a ver Twilight, la cuál, gracias las reseñas previas de tres féminas ya sabía que me pondría al borde de un coma diabético y sería una versión ultra cursi de Interview with the Vampire (tal como Blindness fué una especie de Resident Evil a la Octavio Paz). Los vampiros mas gays que he visto en mi vida

Al final mi recompensa sería la Porter y el gran final. Sin embargo mi maestro de francés (que volvió a llegar crudo por 6ta o 7ma semana consecutiva) se burló de mi por decir "Pub" no "Pob", y "Gotcha" no "Got Shot" (Nota rápida, según mis compañeritas del francés el maestro se parece al vampio güero malo que no se como se llama, tenían razón solo que el pofesor es la versión ñoña).

Aunque no me importó porque nos cambiaron de salón y me topé en el nuevo con un poster del famoso Tin Tin:


Pero Madamme Umbra (sí, la que Alá siempre es con ella) nos sigue regañando al señor Ahriman tanto por ver Sex & the City y Ugly Betty (respectivamente), por comer ensalada y finalmente por ver Twilight. Asegurando que los niveles de testosterona descienden vertiginosamente.

Dicho sea de paso, Madamme Umbra fué nombrada oficialmente "La Hembra Alfa", debido a su superioridad sobre otras mujeres.

Para revindicarnos el Señor Ahriman tuvo a bien pagar su deuda de honor y ambos brindamos en honor a su ingeniudad por seguir teniendo fe en los Guajolotes Antropomorfos Moleófagos.

Señor Ahriman, como dijo Baudelaire: ¡salud en la inmortalidad!