Pata de Perro (6) The sunny side of the street in Buenos Aires

Damas y caballeros, niñas y niños, mujerzuelas y pevertidos; finalmente lo que todos han estado aguardando: El esperadísimo post de La Pata Tour por Buenos Aires!.

Realmente no hay mucho que decir del hotel salvo esta foto, que me recordó de manera inquietante la película el Resplandor:

Ya veía a las gemelas malignas conspirando contra mi y me veía en una pinche foto de 1930 junto a Gardel, nooo!!.

Realmente que se puede decir de esta ciudad después de haber estado en el paraíso Carioca?, ciertamente no mucho. Para mi buena o mala suerte mi reunión de trabajo fué un fraude o casi un fraude y mi primera mañana la tuve libre.

Ah!, pero eso si me dije a mi mismo: Wey no vayas a Buenos Aires a lo pendejo como siempre vas a todos lados y gracias a los sabios consejos de la 7 veces heróica Madamme Umbra (Alá sea con ella) adquirí una guía de bolsillo de Lonely Planet que fué mi Biblia en el Ché mundo Argentino.

Y se suponía que iba a estar fresco, pero oh no! pinche frío maldito que hacía y que tienes que decirme Buenos Aires!?. Que decepción, la calle comercial y el Microcentro como le llaman ellos eran a primera vista como el del DF (la parte sin renovar), pero después pasé al asombro.

Claro que los negocios truculentos se extienden hasta las zonas australes. Una Che Argentina a fuerza me quería bajar a un sótano oscuro que era una casa de citas según ella después de darme una tarjetita.

- Anda Ché baja y te muestro el lugar y los precios.
- Este no.... gracias, mejor al ratito.
- Anda
- No
- Anda
- Que NOOOO!!
- Estas a un paso...
- Wevos!!!

Bueno, me arrebató la tarjeta y me mentó la madre en su dialecto argentino. Es que como es posible que no bajara a un sótano oscuro con una desconocida a un giro negro!, que wey.


Finalmente encontré lo que buscaba: El Obelisco! (Que es como el Ángel de Reforma).

Y si, realmente a pesar de ser una ciudad sucia, peligrosa y decadente Buenos Aires tiene la arquitectura mas bonita de latino américa. Pues de la época colonial no queda nada, pero si hermosos edificios que vinieron a suplantar lo que se perdió.

Claro, que sería de la ciudad sin los vagos locales, viva muestra de que en Buenos Aires como en el mundo se puede vivir sin trabajar.

Algo muy curioso es que en estas fechas y a estas latitudes el sol nunca alcanza el zenit, o hay iluminación de la mañana y por sus pistolas el Ché sol se pasa a la tarde saltándose el medio dia.

Tampoco pretendo aburrir a nadie con las anécdotas del trabajo, solo diré que entre mas conozco a las Brasileiras y a las colombianas, menos me interesan las argentinas.