La Chinche de la Suerte (1)

Después de sortear todo un año de infelicidad e injurias a su servidor se le ocurrió la brillante idea de ir con una Adivina para que le exorcisara la desgracia.

Adivina: Verá usted señor, su caso es difícil; ya le hicimos comer dientes de ajo, caminar sobre brazas ardientes, usar un collar de limones, comer longaniza verde y lo bañamos con orines de gallo y no ha dado resultado. Definitivamente está usted pero bien salado o como decimos profesionalmente, tiene una jodida suerte de perro callejero.

Abracadabra: Ahhhh!!! hay algo que debe poder hacer!, algo!.

Adivina: Con mi vasta experiencia y con los nuevos descubrimientos de mis colegas solo se me ocurre una causa para su mal, lo ha mordido una Chinche de la Suerte.

Abracadabra: Ah??? que demonios es eso? (debí pagar 5 pesos mas y haber ido con una bruja certificada).

Adivina: No se preocupe por no saberlo, es algo muy raro que apenas estamos conociendo. Se trata de una Chinche Astral que cuando lo muerde le roba la suerte, una especie muy rara.

Abracadabra: No mame!!, devuélvame mis 15 pesos!!!.

Adivina: Se lo puedo demostrar!!! y no hay devoluciones. Primero que nada muéstre sus manos... Ve?, aqui tiene pequeños arañones esas son heridas de una chinche eh?.

Abracadabra: Esa pudo ser cualquier chinche!!!


Adivina: Jajajaja como es iluso!!!, esta clase de chinche es especial. Su especialidad es unirse con gente activa, los parasita y les va robando su suerte que consume muy rápido. Salta de gente en gente y parasita sus actividades hasta convertirse en un repulsivo bicho gordo.

Abracadabra: Agghh! eso es asqueroso.

Adivina: Seguro que aún lo trae consigo, búsquese en las bolsas de su chaqueta, ahí suelen dormir.

Y en efecto, ahi estaba en mi bolsa izquierda. Era un bultillo rojinegro como un frijol, vibrando de cuando en cuando.

Adivina: Ve?, está dormitando pero no lo agite o se va a despertar, hay que encerrarlo en un frasco, rápido!.

Y la vieja corrió por un frasco de nescafé al estante; pero en eso el bicho comenzó a vibrar y brincó de mis manos soltando un chillido estridente como de carcajadas.

Adivina: Maldición ya se le escapó! agárrelo antes de que se pierda, siga la risa estúpida que va soltando!.

Y por toda la cabaña perseguimos al bicho hasta que la bruja paró en seco.

Adivina: Tengo una idea!, dijo al momento que sacaba un oso de peluche. A estos bichos les encanta esconderse ahí!.

Así que dejó el oso en medio de la estancia y al poco rato la chinche llegó y se anidó en la oreja izquierda del peluche.

Muy cautelosamente la bruja se acercó con su frasco y gritó las palabras mágicas: "Ahi viene el coco!". Entonces el asustadizo bicho brincó directamente al frasco y quedando atrapado en el, porque como me enteré mas tarde a la chinche le asustan las cosas sin sentido.