Wednesday, December 09, 2009

Que te cuente mi secreto

Desde el lunes absolutamente todos en el trabajo, sin excepción; aquí y los del maligno ex laboratorio farmaceútico para el que peleamos. Me preguntan por mi escapada de fin de semana, la cuál por razones profesionales intenté mantener al margen.

No solo eso, de alguna manera saben a donde me voy. Lo bueno es que al menos preguntan en buena onda y no me mentaron la madre ni me amenazaron con las brasas del infierno por no haber ido al evento de fin de año por Querétaro.

De lo cuál deduzco que o bien, tampoco soy un ninja o convivo con mujeres extremadamente chismosas.

Y aunque se que de ninguna manera estoy descubriendo el hilo negro es fuerza decirlo: Los secretos verdaderos no existen, mas bien su existencia verdadera es tan corta en el universo como el tiempo en que tardes en hacer a alguien mas albacea de lo que no se debe saber.

En otras palabras, si deseas mantener algo verdaderamente en secreto la fórmula es simple: No se lo digas a nadie. Eso debería aparecer en un tratado de cosas inútiles tan ilustre como las Leyes de Murphy.

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Punto y aparte: Quién desgraciados se roba un dinosaurio???. Es como la vez que se robaron una de las vacas chic de reforma.

Porque mejor no se roban el árbol de navidad Pecsi de Reforma?. Es grotesco, feo, impide el paso y ni siquiera es verde!. Además de un claro indicio de superioridad fálica-coorporativa para opacar al árbol Coca-Cola que dicho sea de paso, este año no se siquiera si lo pusieron.

Donde están los electricistas manifestastes hijos de puta para que lo derriben en un conato de violencia?. Pero eso no pasará porque es el árbol de Marcelo, si fuera un inmundo panista entonces ya no existiría.
Y a que imbécil se le ocurrió eso de los Wiwichus?, no solo son poco originales y horrendos. Son estúpidos, excepto el perro de una doctora que conocí en Oaxaca cuyo nombre es Wiwichu.
Yo como se le ocurrió decir a alguien sabia, le pondría a mis mascotas: Cóito e Hijodeputa. Y sería un dragón de komodo que pasearía por entre los perros fresas de la condesa y se comería a UMA, una perra célebre de la condesa.

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