Hoy fuí a desayunar de navidad con mi amiguita ex-compañera de lugar y luego me llevó de shopping. Es quizá una de las pocas personas que podría escuchar hablar sin parar por muchas horas, porque a pesar de ser una niña nice, ultra fresa y payasita es como si la hubiera aleccionado Polo-Polo en la lengua castellana.
Punto y aparte merece el hecho de todo el tiempo que le tomó comprar su regalo para intercambio. Es asombrosa la cantidad de tiempo que se puede perder buscando un regalo para un wey que ni siquiera conoce.
En realidad, de donde salieron los intercambios? si no pones opciones te tocan porquerías y si las pides ya no es sorpresa... Son actos absurdos y sin sentido, sirven de algo? No. Por suerte esta vez no me tocó participar en ninguno.
Aunque no me quejo, fuera de su berrinche cuando respondí con mi chascarrillo mañanero a su pregunta idiota de "Que le regalarías a un Dr. que se apellide Kreutzfeld?". "No lo sé, algo caro, todos los que tienen apellidos raros siempre son una bola de fresas" (Cabe mencionar que ella se apellida algo así como Nüllokotovich).
Se portó bastante bien conmigo y mi piernita izquierda y me ayudó a escoger una bufanda de lana bien caliente porque en eso de encontrar ropa fashion se pinta sola y madamme no me dejará mentir, ya que ella está ahora en la misma escuela de moda que las spice.
Happy Holidays...
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