Thursday, December 25, 2014

Dic 24, 2014

Ayer fui a ver la última parte de El Hobbit y entonces me di cuenta que hace 11 años fuí a ver El Retorno del Rey, la última parte del Señor de los Anillos. Aquella película quizá se convirtió en símbolo de toda una época para mi:

Mis amigos, la universidad, las ganas de celebrar la Navidad y que en mi casa a nadie le importara. Mi entendimiento de las cosas era muy diferente a como es ahora. No podía ni imaginarme como seria mi vida fuera de allí, aunque gracias a mi situación en la escuela, la perspectiva no era la mejor.

Si tuviera la oportunidad de hablar con mi yo post-adolescente: Que me diría a mi mismo?. Como les explicaría la vida en el 2014.

Y si tal cosa fuera factible, quizá me ganara la tentación de hablarle a mi yo adolescente de secundaria, de aquella época donde nos hacían ensayar la letra completa de Adeste Fideles, mi pubertad complicada, un mundo más pequeño de hace 20 años.

No podría evitar hablar de lo inevitable de hacerse viejo y las desventajas que ello conlleva, aunque no se si fuera capaz de hacerme entender que no se es joven por siempre.

Corroboraría que en efecto, el correr del tiempo siempre es cruel, que hay personas que por mas que quieras a tu lado no van a seguir contigo. Bien por falta de interés, bien por razones más turbias. No es tan evidente saber que aunque escojas a tus amigos, hace falta que ellos quieran seguir contigo.

Trataría de hacerme entender que gran parte del éxito en esta vida es un balance.

Con todo lo anterior, también me mostraría que no todo lo que brilla es oro, ni todo el que anda errante está perdido. Me mostraría que valdría la pena vivir bajo mis principios y mis reglas. Aún cuando muchas veces me haya sentido solo y completamente absurdo.

Me diría que todo lo que me gustaría tener y hacer a mi edad lo he conseguido. Y que las metidas de pata aunque duelan, si aprendes de ellas son una gran oportunidad de aprender cosas.

Hay una máxima no escrita que dice que nunca nunca puedes volver en el tiempo, lo hecho hecho está. Pero en este caso, solo en este único caso puedo hablarme a mi mismo, el del "futuro" para su conciencia ya pasada. Lo mejor es que se que pensarían y dirían mis yo de otras épocas: se regocijarían y no se rendirían.

Y volviéndolo a pensar después de repasar esto, creo que no seria necesario tal viaje en el tiempo porque en el fondo siempre he sabido a donde apuntar mi brújula. No se casi nunca el porque, pero si a donde.

Otro 24 mas y se que soy afortunado. 

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