Tuesday, September 15, 2015

El perfecto manual de equipaje para largos viajes

Hoy es un día especial, después de tanto internet, mapas, negociaciones y planeamiento. Finalmente tengo en orden mis equipajes: el mas mundano y el mas metafísico.

Arreglemos mochilas, equipo, tarjetas, divisas, ropa, las visas. Contactemos gente que nos ayude en otras partes, a los amigos que vamos volver a ver a lo largo de la ruta.

En cuanto a mi otro equipaje es mas difícil de cuadrar. Sigo sin entender a la gente, no entiendo porque creen que debería estar tirado a la tristeza y a la desesperación ahora que no tengo trabajo. Y por el contrario, que les extrañe que esté inusualmente contento.

Hace un tiempo aprendí, a la mala y a la buena; que esta vida es en gran medida lo que haces de ella. Donde estás, lo que haces y lo que no. Eso es el resultado de tus acciones y de tu determinación. Ahora me doy cuenta que en lo que realmente he querido nunca he aceptado un "No" como respuesta.

Me ha encantado mi trabajo todos estos años, pero desde hace algún tiempo ya no estaba a gusto y las cosas alrededor mío dejaron de ser lo fabulosas que eran. Ya sospechaba que era parte del agotamiento de una era.

De ahora en adelante las cosas van a ser diferentes de modos que no puedo preveer y eso me gusta, no quiero pasar el resto de mi vida trabajando en una oficina escapándome cada puente a la playa con una esposa e hijos para regresar a ver como pago los útiles escolares  y que un día sin darme cuenta llegue el día de mi jubilación y vea que no he hecho nada interesante en esta vida.

No quiere decir que no vuelva a pisar una oficina o que no piense en como retirarme, pero será en mi muy particular estilo.

Hubo un tiempo en que antes de entrar a trabajar me gustaba andar vagando por la ciudad, siempre me ha gustado y gracias a eso tengo alguna que otra anécdota que contar de aquellos días. No me imaginaba haciendo algo productivo, pero confiaba en que llegada la hora iba a hacer algo súper.

Después de tantos años puedo decir que así fué, esa época la disfruté mucho. Siempre pensé que cuando se acabara iba a sentirme justamente de la manera que muchos lo hacen: Como en el fin del mundo. Pero me doy cuenta que a diferencia de muchos el trabajo no es mi mundo ni la razón de mi status quo, porque hay toda una vida allá afuera.

En lo personal, ¿porque no hacer aquello que siempre había querido desde pequeño?. Y a estas alturas no es muy difícil de adivinar: Viajar por el mundo.

Así que complementemos los equipajes. Estoy relativamente sano, tengo el tiempo del mundo y dólares suficientes bajo el brazo y sobre todo: Nunca me sentí mas libre.

Como en mis viejos libros a los que les debo tanto, como en los viejos tiempos de andar rondando la ciudad y en honor a los principios por los que me gusta vivir:

Vámonos a recorrer  el mundo!.



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