Avenida 1

Hoy he llegado demasiado temprano por circunstancias especiales, pero en principio valió la pena:

Reforma por las mañanas es hermosa. O.K., es bonita todo el tiempo pero por las mañanas y después de una lluvia reciente es estimulante. Las sombras de los edificios y la luz reflejada en ellos, la gente cruzando apurada la calle, los autos, los locales de café abarrotados.

Este corredor pareciera ser el corazón mismo de esta ciudad en estas horas. 

Creo que de no ser por el año que estuve atrapado aquí y tomando fotos, nunca habría apreciado esta avenida y sus alrededores cosmopolitas. Bastantes colonias y barrios confluyen a las orillas de esta vía.

Sus calles con restaurantes, el decadente paso peatonal de la zona rosa, las tiendas de antigüedades, las galerías, las sex shops, varias calles hermanas bastardas de la Roma, los Cienciólogos, el Senado, los tacos del senado, el Metrobús, los noodles, el museo del chocolate, el barrio coreano, el Ángel, los edificios funcionalistas, el Chomp Chomp, mis amigos del Barzón y de la SNTE...

Creo que habré tomado mas de 300 fotos por estos lugares, habré comido bastantes bentos sentado bajo las sombras de los árboles en las bancas de piedra, habré oído varias veces el carrito de Holanda. 

Tambien me he recorrido ya por algunos años la feria de las culturas con sus kebabs.

Muchas menos veces regateé un Bhagavat Gita con un hare krishna, algún pleito con los de UNICEF, vi un árbol de navidad quemado y un poco mas habré escuchado el playlist jazzístico de una cafetería europea propiedad de un inmigrante africano-francés.

Pero de una forma o de otra esto se va a acabar, así que solo me queda disfrutar de estos últimos días por esta gran avenida.

Adiós Reforma, te voy a extrañar.