Tuesday, February 05, 2013

Post Post Scriptum al Post Scritum del Post

Osea el Post que empezó allí, le añadí acá y termina aquí:

Pero primero tengo que decir que la generación inmediatament arriba de la mía se lamentaba en los noventas por la muerte de los discos de vinil, el empequeñecimiento irreversible de las portadas de los discos (Citaban a como fuente fidedigna de la nostalgia a Alex Lora) y la agonía vertiginosa de los Long Play Cassette o (Cassette para los cuates).

Nacería y moriría en un abrir y cerrar de ojos el Mini Disc (siempre quize uno) junto con los Láser Discs o los padres del DVD.

Nunca me lamenté de los LP´s porque siempre me gustaron los audífonos, a pesar de que me hayan dejado medio sordo. Pero si me gustaban los CD´s como ya he explicado.

Y todo esto porque justo cuando me decido a escribir un post pareciera que se acaba una era súbitamente, pues hace unas semana murió el último Tower Records que valía la pena en el país.

Era la crónica de una muerte anunciada pues hace dos semanas, visité en la que sería mi última vez la tienda para encontrarme todos los CD´s en remate y los Deustche Grammophon a 100. Aunque no había noticias se podía intuír que el destino del último Tower Records estaba sellado.

Fué mi última compra y solo lamenté no tener mas dinero para llevarme cosas como ave de rapiña. Ese era uno de los últimos lugares que se podría tildar de agradable y con un gran repertorio de música clásica.


No estoy diciendo que solo salgo perdiendo yo, ya que a fin de cuentas bien sea por descargas directas, torrents, iTunes o Amazon, etc.. las cosas se pueden conseguir. Si no porque se van perdiendo los lugares de elección de música diferente en esta ciudad poco a poco.

A propósito del CD mencionado en el post anterior, me lo pudieron conseguir en Madrid, donde aún perduran algunas tiendas especializadas de tres pisos con personal conocedor (por lo que me cuentan). El disco en cuestión supuso un pequeño reto para los conocedores de allí (además de que me va a salir en un ojo y medio de la cara). 

¿Pero porque no deberían haber aquí lugares así?, en lugar de estar cerrando los pocos que quedan. No solo el Tower Records, recién encontré una tiendita donde remataban un concierto de Schöemberg de Decca en 80 pesos (el cuál me arrepentí no haber comprado) por bancarrota.

Si, las libres fuerzas del mercado acaban con las tiendas pasadas de moda. ¿Que le vamos a hacer?.

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